Manuel Gandullo                                       Pintura

Comentarios de Xosé Vázquez Castro a las acuarelas de Manuel Gandullo

Alma de acuarela
Difícil es... para un artista escribir sobre otro artista, y aún más si éste es un amigo. Intentaré ser lo más honesto posible conmigo y contigo... amigo mío.
Me viene a la mente, ya que de un artista y acuarelista se trata, una frase de Rafael Alberti, con la que me obsequiaron hace veinticuatro años, dándome la “suerte” que todo artista necesita para que su obra tenga continuidad, la cual me permito el lujo de poder transmitírtela mediante este catálogo.
A LA ACUARELA
                  ... para el papel su abrevadora fuente.
                  ... para el pincel su cabellera ardiente.

No es fácil conocer en profundidad los secretos de esta técnica , para ello se requiere tener la experiencia de muchos años en el oficio, rompiendo papeles como vulgarmente se dice en el argot acuarelístico.
 Mi amigo, me invitó a su estudio en Mondego, para enseñarme las obras que está realizando en acuarela por encarga del Garelos Hotel de Betanzos, empresa a la que felicito y deseo toda la suerte que merece los que emprenden iniciativas para cultivar y potenciar las Artes Plásticas.
Manuel Gandullo es a mi juicio, uno de los grandes acuarelistas que tenemos en Galicia, conocedor de la técnica, sabe utilizarla con todos los recursos que ésta conlleva. Fiel a sus principios dentro de su realismo, consigue en sus obras sensaciones que rebosan emanaciones de lirismo y sutileza, logrando transmitir al espectador  las emociones que el mismo siente y plasma en el papel, así lo demuestra con sus espléndidos amaneceres y atardeceres en las  tranquilas y transparentes aguamarinas, donde sus embarcaciones se reflejan como si de un espejismo se tratara. Pero... el mar... la mar, que en ocasiones se nos muestra también agitado y enfurecido, Gandullo sabe captar ese movimiento de oleaje batiendo contra las rocas. Así lo demuestra  en la marina de Cabo Vilano.
Artista de muy variada temática, sorprende cuando en medio de tantas marinas y forestas aparecen temas de carácter urbano, como la Iglesia y el Palco de la Música en la Plaza García Hermanos de Betanzos, junto con la carismática Casa Gótica o el monumento de Diana Cazadora. Todos ellos realizados con la misma maestría, haciendo uso de las clásicas reservas blancas en el papel, de esta forma consigue resaltar la luz y potenciar a su vez la sombra.
Para el final me reservo,  creo es lo mejor de su obra. Los caudalosos torrentes que río abajo atrapan al espectador y lo hipnotizan en la magia que emiten las verdaderas obras de arte, sin olvidarme de sus fuentes, con sus paredes limosas y musgosas, por donde el agua corre y moja la piedra, que en ocasiones nos hace ver destellos de luz irisados.
 La obra de Manuel Gandullo se encuentra en un momento álgido y de búsqueda, por lo que me atrevo a decir que en un plazo no muy largo puede sorprendernos con un cambio de técnica, texturas y matices diferentes.
Por todo esto te digo amigo mío... gracias por regalarnos esos momentos plácidos, líricos y sutiles que inmortalizas en tus cuadros.
Xosé Vázquez Castro