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Javier Garaizábal Fontela, textos críticos


Javier Garaizábal Fontela
Javier Garaizábal Fontela
Garaizábal: Luz de color aliviado
La alegría en la pintura, no es sinónimo de señuelos que como oropel escondan lo falso, ni de obligados festones en lugar impropio llamando la atención a aldabonazos. La alegría en la pintura, está en ella misma, en un trazo, en el color justo y la querencia del pintor a ser agradecido y dejarse ver tras la pincelada y no sobre ella, con toda su fuerza pero sin soberbia.
Javier Garaizábal Fontenla (El Ferrol), muestra a veces la alegría en la pintura, incluso, tras una cortina de tristeza ue no llega del arrebato ni intenciones así mostradas. Llega porque la pintura puede estristecer de alegría sin que el motivo lo proponga, de una luz o un matiz.
En su pintura, nunca se aleja de auello que le sirve para mostrar sensaciones que, desde una misma óptica, pueda convertir en giros diferentes de atención que escondan mundos a disfrutar. Simples y llanos pero llenos de intensa conversación. En la obra del pintor gallego, existe toda una suerte de frases magistrales suscitadas a la sazón de su forma de pintar, que pudiera parecer escondiera su procedencia. Porque si bien Garaizábal llega de tierra húmeda, sus pinturas huyen de lo umbrío, por el contrario, su luz es casi mediterránea llegando a que los patios y fachadas parezcan esperar la hora vespertina en descansos apoyados de tardes largas.
El sol, su luz, presente continuado en su obra, mientras llega la hora, busca recodos y flirtea entre flores y macetas, frutos y ramas, haciéndose en lo extenso luz completa. Su juego, el de la pintura, entonces toma cuerpo, la zona consciente reflexiona y apaga colores que absorben la luz. Manifestación sobria de mesura y contenido sin concesiones. Suavidad de colores prendidos de sosiego y pálidos de acento.
La obra que ahora nos presenta Garaizábal en la galería Xeito, no llega alejada de su esencia. Llega convertida en luz y color nueva para empañar la tristeza, de claro aroma, y vez de añorar estancias o pensamientos hacer presente el deseo de lo más sencillo, de aquello que sólo por conocimiento puede ser cada mañana algo nuevo.

El Punto de las Artes. Nº 475, febrero 1998