Javier Garaizábal Fontela, textos críticos
Javier Garaizábal Fontela
Punto Crítico: Garaizábal en el Centro Cultural
Hasta el próximo 7 de enero permanecerá abierta en el centro cultural municipal una exposición de pintura de Javier Garaizábal. El pintor busca los temas en el exterior, fundamentalmente paisajes, donde el verde es dominante. La palabra reflejos es algo recurrente en los títulos de las obras aludiendo al contenido, sobre todo reflejos de árboles y tiestos en un estanque.
Resulta llamativo un cuadro muy alto y estrecho que tiene como tema el reflejo de un árbol en el agua, el tronco aparece cortado por el lado superior del lienzo, mientras que su reflejo está completo en el agua; el pintor hace así una sugerencia a la discusión sobre lo que es real y lo que no lo es. Bien se le podría dar la vuelta al cuadro, de hecho al observar el conjunto surge en el espectador la necesidad de mirarlo de tal manera. El pintor juega con el modo de ver al cual estamos acostumbrados y hace que dudemos entre la elección del árbol o el reflejo como protagonista de la mirada.
Javier Garaizábal utiliza una paleta con una gama muy rica en tonos y matices, conoce el oficio de pintor sin caer en excesos del dibujo y los detalles. Las formas se sugieren sin llegar a desvanecerse y siempre el color y los pinceles son los protagonistas. Dentro de la colección de obras hay también algún bodegón con motivos como jarras, tazas, frutas y tiestos, la silueta de estos objetos está bien trazada, pero el color lo cubre todo de modo que las sombras no están forzadas, la luz lo domina todo y los colores están en consonancia unos con otros de modo que ninguno anula al que tiene al lado, sino que lo realza. Tanto los bodegones como los paisajes son sumamente sencillos en cuanto al número de objetos que en ellos conviven, nada está fuera de tono, así se convierte en conjuntos relajantes y suaves para mirar.
Hasta el próximo 7 de enero permanecerá abierta en el centro cultural municipal una exposición de pintura de Javier Garaizábal. El pintor busca los temas en el exterior, fundamentalmente paisajes, donde el verde es dominante. La palabra reflejos es algo recurrente en los títulos de las obras aludiendo al contenido, sobre todo reflejos de árboles y tiestos en un estanque.
Resulta llamativo un cuadro muy alto y estrecho que tiene como tema el reflejo de un árbol en el agua, el tronco aparece cortado por el lado superior del lienzo, mientras que su reflejo está completo en el agua; el pintor hace así una sugerencia a la discusión sobre lo que es real y lo que no lo es. Bien se le podría dar la vuelta al cuadro, de hecho al observar el conjunto surge en el espectador la necesidad de mirarlo de tal manera. El pintor juega con el modo de ver al cual estamos acostumbrados y hace que dudemos entre la elección del árbol o el reflejo como protagonista de la mirada.
Javier Garaizábal utiliza una paleta con una gama muy rica en tonos y matices, conoce el oficio de pintor sin caer en excesos del dibujo y los detalles. Las formas se sugieren sin llegar a desvanecerse y siempre el color y los pinceles son los protagonistas. Dentro de la colección de obras hay también algún bodegón con motivos como jarras, tazas, frutas y tiestos, la silueta de estos objetos está bien trazada, pero el color lo cubre todo de modo que las sombras no están forzadas, la luz lo domina todo y los colores están en consonancia unos con otros de modo que ninguno anula al que tiene al lado, sino que lo realza. Tanto los bodegones como los paisajes son sumamente sencillos en cuanto al número de objetos que en ellos conviven, nada está fuera de tono, así se convierte en conjuntos relajantes y suaves para mirar.
Por Juani Prieto Luna. Diario de Ferrol, 26/12/1996