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Javier Garaizábal Fontela, textos críticos


Javier Garaizábal Fontela
Javier Garaizábal Fontela
Esta muestra que nos ofrece Javier Garaizábal en la Galería Sargadelos, es fruto de una larga y fértil andadura que comenzó hace más de una década, durante la cual el pintor rastreó todos los caminos en un afán de búsqueda y de encuentro. Gradualmente fueron modificándose sus esquemas y su temática hasta llegar a estas figuraciones que responden al intento de expresar un mundo interior y una preocupación por el entorno que le inquieta y condiciona.
Para acercarnos hoy a la pintura de Javier Garaizábal, es importante saber que desde hace cinco años ha vuelto a vivir a su Galicia, la tierra a la que, como diría Rof, se hallaba referida su urdimbre afectiva. Y este encuentro es decisivo en el nuevo arranque evolutivo de nuestro pintor. Se afina aún más su sensibilidad y su preocupación por el hombre. El paisaje evocado en la ausencia, es nuevamente recreado con minuciosidad y con ternura, acentuándose su tendencia a un expresionismo que no es más que un deseo de reflejar la realidad de unas vidas marcadas a veces por la distonía de la soledad o por una peripecia vital dolorosa e insuperable.
Técnicamente el pintor, evidencia una excelente formación que se manifiesta en el dibujo y en la composición. Destaca la seguridad de su pincelada en una realización directa, en la que la materia es adelgazada al máximo, sin posteriores empastes. Y la riqueza y la intensidad cromáticas, dan al cuadro una luminosidad no frecuente en los pintores de esta tierra.
Creemos, pues, que Javier Garaizábal se halla en un momento en el que, de vuelta de una serie de experiencias, se ha encontrado a sí mismo, y que, dueño de una técnica y de un modo de hacer ya personales, ha llegado a establecer esa perfecta ecuación que es el saber comunicar a los demás toda la carga expresiva de su mundo interior, toda la emotividad de sus vivencias, en un lenguaje asequible y tremendamente receptivo.

Xaquín Villar Calvo