José Luis Martínez Pereira, textos críticos


José Luis Martínez Pereira: textos críticos

Nos encontramos ante una muestra de pintura y sólo pintura, nacida de la virtud creadora de José Luis Martínez, valiéndose del dominio de una técnica en curva de ascedente depuración.
¿Podemos añadir pintura intelectual? Radicalmente me permito afirmar que sí. Para Leonardo la Pintura era "cosa mental".
Jean Cassou, gran estudioso y amante del Arte, afirmó que sólo hay dos posibilidades esenciales de pintar. Posibilidades contradictorias y representativas. Ingres y Delacroix. Dos conceptualistas o intelectualistas que distinguen, analizan, componen y geometrizan, y los Sensualistas, buscadores de luz, perceptores de la vibración del color, sensibles a lo dinámico y a la impresión.
José Luis Martínez sigue la estirpe de Ingres como la siguieron los clásicos del cubismo.
Toda idea poética que se hace semilla en José Luis Martinez, es analizada mentalmente. Serena, pausada y en alta tensión la madura en su cerebro y la hace realidad plástica. A nosotros nos toca verla. Está en cada una de sus obras. No, ciertamente, como anécdota, pero sí como asunto, si bien importa poco en la mayor parte de los casos. Asunto, en general, austero que, a veces, se estrecha para hacerse hermético cuando parte de una realidad deformada o de un impulso lejano y oscuro.
A nosotros nos toca verlo y entrar en su mundo, identificamos con él, sentir su cabrilleo emotivo y vivirlo.
Hay que navegar la geomotría de esos varios y ricos planos de color austero, tensamente trabajados, ese declinar gradaciones manteniendo el color sus propias características. Navegar ese, o a través de ese, dibujo puro, de esa elemental y estudiada construcción en planos que se suceden para componer la grandiosa coral, el cantus planus entonado por el singular grupo de músicos, o el solo de bajo cantante de un retrato que asoma su asombro por la esquina de ventana imposible. Hay que navegar los paisajes detenidos en un compás de duda, los bodegones con resonancia que vuelve del clásico cubismo, o el rosario de cuadros en los cuales el color entra en juego con fuerza sorprendente y activa, conteniendo hermético asunto instituido en insinuación y alero.
Una muestra de pintura y sólo pintura. Que nadie plantee indiscretas preguntas negativas. Oue nadie cante su ¡caramba!. Que todos naveguen, porque es preciso navegar, el plástico mundo maravilloso creado por José Luis Martínez.

Laureano Álvarez Martínez
(Laureano Álvarez es poeta y crítico de arte)
Sala de Exposiciones Ministerio de Cultura, 1985