Manuel Patinha, escultura








Galería de imágenes, serie "Silencios del día", 1996/1997



En esta fase escultórica, el autor se siente más independiente. Es cierto que sus inicios fueron  muy acertados, porque en aquellos hay ya obras muy emblemáticas, de gran carácter y firmeza, incluso de utilidad en la enseñanza (ilustraciones en cuadernos Santillana secundaria) donde aparece la obra Elefantóide. Silencios del día, es para el artista el momento de entender la escultura como forma reflexiva, como una seña de identidad y experimentación. Un gesto de respeto ante el espectador, el soñador, el hombre. En esta línea, seguirá Patinha durante toda su trayectoria, ya que están ahí sus coordenadas de creación como necesidad própia.






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